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La magia de la migración de las ballenas jorobadas a Samaná: un viaje de vida y esperanza

  • fussionvipmagazine
  • 16 mar
  • 3 Min. de lectura

Las ballenas jorobadas llegan a la Bahía de Samaná, en la República Dominicana, durante los meses de enero a marzo, con el fin de reproducirse y dar a luz. Este fenómeno ha convertido a la zona en un destino muy visitado para la observación de estos majestuosos mamíferos marinos


Por Ysabel Parra


Las aguas cristalinas de la Bahía de Samaná, en la costa noreste de la República Dominicana, se convierten cada año en un escenario único y fascinante para uno de los fenómenos naturales más impresionantes del mundo: la migración de las ballenas jorobadas. 

Estos majestuosos mamíferos marinos realizan un largo y arriesgado viaje desde las frías aguas del norte hacia las cálidas aguas del Caribe, específicamente a las costas de la Bahía de Samaná, para reproducirse y dar a luz. La llegada de las ballenas a este santuario es una de las atracciones turísticas más destacadas de la región.

Las ballenas jorobadas, conocidas científicamente como “Megaptera novaeangliae”, viajan miles de kilómetros desde sus zonas de alimentación, que incluye lugares como Islandia, Groenlandia, Canadá y América del Norte. El objetivo de este largo recorrido es el apareamiento y el parto.

Este recorrido les permite escapar del frío intenso de sus hábitats y encontrar aguas más cálidas, donde la reproducción es más favorable, como en este caso, la Bahía de Samaná se presenta como el lugar ideal, debido a sus condiciones de temperatura, que oscilan entre los 25 y 28 grados Celsius.

La temporada de observación de ballenas jorobadas en Samaná suele ser de enero a marzo. Durante estos meses, permanecen el tiempo suficiente para cumplir con su ciclo reproductivo. Este es un proceso delicado, ya que el embarazo de una ballena dura aproximadamente 11 meses, y la madre busca un entorno seguro y libre de depredadores para dar a luz y criar a su cría durante los primeros meses de vida. Durante este tiempo, verlas es un verdadero espectáculo: se pueden observar saltos, golpes con las aletas, cantos y otras exhibiciones relacionadas con la corte y la competencia entre machos.

Como en cualquier especie, la relación entre madre e hijo también es fascinante. La madre cuida a su cría durante su primer año de vida. Los ballenatos nacen con un peso aproximado de 2,5 toneladas y una longitud de unos 4 metros. En los primeros meses, la cría se alimenta exclusivamente de la leche materna, la cual es extremadamente rica en nutrientes, permitiendo un rápido crecimiento.


Un santuario natural

Este fenómeno migratorio no solo atrae a miles de turistas cada año, sino que también constituye una valiosa oportunidad para la investigación científica sobre estos animales y sus patrones de migración. 

Las autoridades locales han tomado medidas para proteger a las ballenas, regulando el turismo y asegurándose de que las embarcaciones respeten una distancia mínima de seguridad para no interferir con el comportamiento natural de estos animales.

Cabe destacar el trabajo que realiza el Centro para la Conservación y Ecodesarrollo de la Bahía de Samaná y su Entorno, que desde el 2008 tiene un programa de monitoreo voluntariado con jóvenes y niños locales que son entrenados gracias a un acuerdo con los propietarios de embarcaciones comerciales.

De acuerdo, con datos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Mimarena), las visitas durante el primer trimestre del 2024 a los santuarios marinos Banco de la Plata y Banco de la Navidad ascendieron a 61,558  personas. Del total, 20,891 fueron dominicanos y 40,667 extranjeros que llegaron motivados por el avistamiento de ballenas jorobadas.

Este fenómeno, no solo es una maravilla visual sino que también tiene un profundo significado, ya que contribuye al equilibrio del ecosistema marino y resalta la conservación de las costas.

Sin duda, la Bahía de Samaná es un santuario de vida y esperanza, tanto para las ballenas como para los seres humanos que tienen la suerte de ser testigos de este impresionante espectáculo de la naturaleza.

De acuerdo con datos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Mimarena), las visitas durante el primer trimestre del 2024 a presenciar el espectáculo fueron de 61,558 personas. Del total, 20,891 fueron dominicanos y 40,667 extranjeros que llegaron motivados por el avistamiento de ballenas jorobadas. Fotografías: Salvador Batista.

 
 
 

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