La tragedia del Jet Set nos ha dejado con el corazón arrugado
- fussionvipmagazine
- hace 2 días
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Ninguna herida es comparable a la que hoy cargan los familiares de las víctimas. El dolor de perder a un ser querido en circunstancias tan desgarradoras es profundo e indescriptible.
Por Ysabel Parra
En estos momentos de sombra, es crucial que, como sociedad, nos acerquemos con respeto y sensibilidad, ofreciendo no solo palabras de consuelo, sino también apoyo sincero para sostener a quienes atraviesan este abismo de dolor.

La empatía, más que una palabra, debe ser un acto constante. Significa ponernos, aunque sea por un instante, en los zapatos de esas madres, padres, hijos, esposos y amigos que enfrentan el vacío que deja una vida interrumpida. Escuchar sin juzgar, acompañar sin imponer y permitir que el duelo se viva con la dignidad que merece.
Es fundamental que sepan que no están solos en este difícil camino, y que cada lágrima que derrama resuena en los corazones de todos los dominicanos. Como comunidad, tenemos el deber de tender puentes de solidaridad que alivien, aunque sea un poco, el peso del sufrimiento. Honremos la memoria de las víctimas acompañando a sus familias con un abrazo colectivo y con gestos que transmiten esperanza y fortaleza.
Por eso, pedimos encarecidamente que se respeten los espacios de los familiares. Que no se invadan sus momentos de duelo con cámaras, micrófonos o celulares solo por capturar imágenes de impacto.
El dolor no es un espectáculo. Necesitamos más solidaridad, más empatía y menos morbo. Cada lágrima, cada abrazo, cada silencio debe ser cuidado, no expuesto. Es tiempo de poner límites, de recordar que detrás de cada historia hay personas, no titulares. Que nuestra humanidad pese más que la curiosidad. Foto: Listín Diario.
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